La rabia contenida es una de las emociones que más capacidad tiene de hacernos enfermar tanto física como emocionalmente. La ira, como toda emoción, tiene su función básica, pero cuando no somos capaces de expresarla de forma asertiva y nos agarramos a ella durante largo tiempo, empieza a perder su carácter adaptativo para transformarse en un sentimiento altamente tóxico.
Es cierto que no siempre tenemos la oportunidad de deshacernos de esa rabia de la manera que nos gustaría. No se trata tampoco de canalizarla a través de la agresividad verbal o física, pero sí que podemos encontrar modos más adecuados y respetuosos de expresarla o canalizarla.
La mayoría de nosotros acumula tensión, rabia y frustración porque o bien no sabe cómo expresarlos o siente que no puede hacerlo debido a las circunstancias o a que se cree incapaz de llevarlo a cabo. Se nos ha enseñado que no está bien enfadarse; que expresar nuestro enfado es algo negativo. Pero esto no resulta nada adaptativo, ya que tragarse este tipo de emociones y guardarlas dentro en lugar de liberarlas, sólo hará que una bola negra crezca en nuestro interior y nos coma por dentro.
Se puede expresar la ira de muchas maneras que no tienen por qué pasar por una postura defensiva de ataque al prójimo. Si tenemos la oportunidad, podemos intentar expresarle nuestros sentimientos a la otra persona de una forma asertiva; sin atacarle, agredirle o alzar el tono, simplemente con la intención de hacerle saber cómo nos sentimos. Esto resulta altamente liberador porque de esta manera, no sentiremos que nos estamos saltando a la torera nuestros derechos por complacer al otro/a o por miedo al menosprecio.
Si por cualquier circunstancia no tenemos la oportunidad de hacerlo así (puede que esa persona ya no esté con nosotros, por ejemplo), podemos escribir una carta en la que expongamos todo lo que sentimos, o expresarlo mirando al espejo como si tuviésemos a esa persona delante. Podemos también usar técnicas de visualización, imaginando que esa persona se pone delante nuestra y dialogamos con ella. Hay múltiples herramientas que podemos usar, incluso si sentimos que lo necesitamos, podemos pegarle a un cojín para liberar esa tensión y rabia acumuladas y después combinarla con alguna de las otras técnicas una vez que nos sintamos más tranquilos para trabajar el perdón. Lo importante es no permitir que esa ira se enquiste dentro de nosotros y nos vaya ensombreciendo día a día.
A veces nos enfadamos y como no somos capaces de expresarlo, esa emoción de ira se queda guardada ahí dentro horas, días e incluso meses después del incidente que lo ha provocado. Sentimos que no somos capaces de quitarnos esas sensaciones de encima y empiezan a aparecer síntomas como tensión muscular, cansancio, depresión, dolor de cabeza, de garganta o ansiedad. Si en unas horas o días, esos sentimientos guardados son capaces de provocar esa sintomatología…¿os imagináis que podría provocar una rabia reprimida durante años?
Cuando hablamos del autocuidado, no sólo hemos de contemplar el ejercicio físico y una dieta saludable. El cuerpo está ligado a la mente y, por tanto, a nuestros pensamientos, sentimientos y emociones. Todo lo que nos afecte psicológicamente acabará también afectándonos a nivel físico. Por eso, cuando te enfades, intenta expresarlo del mejor modo posible y una vez hecho esto, cambia la frecuencia de tus pensamientos a una vibración más positiva. Suele pasarnos que después del incidente, lo pasamos una y otra vez como si fuese una película en nuestra cabeza, analizando lo acontecido repetidas veces. Es por eso que no somos capaces de liberarnos de esas sensaciones y aparecen los síntomas citados anteriormente. Evitar hacer esto, centrando nuestra atención en el presente o en circunstancias más positivas, romperá el patrón de nuestros pensamientos cambiando, como consecuencia, nuestro estado de ánimo y haciendo que dejemos atrás lo ocurrido, al menos, hasta que podamos ponerle una solución.
Cuando albergamos a la rabia, la mimamos, la cultivamos y la regamos para que crezca dentro de nosotros (a veces de manera inconsciente), estamos tejiendo una telaraña de color muy oscuro en nuestro fuero interno que no hará más que volverse en nuestra contra y hacernos enfermar, así que sería positivo entregarnos a la autoobservación y a la introspección una vez que algún hecho que haya provocado nuestro enfado haya acontecido y empecemos a conocer cómo gestionamos nuestra ira y qué pasa dentro de nosotros tras este tipo de episodios.
Recuerda que la rabia contenida nos esclaviza y el perdón nos hace libres. Ámate y respétate.
Me ha gustado mucho Raquel. Totalmente contigo. Un abrazo, amiga 🙂
Gracias, Alberto. Me alegra que te haya gustado. Un inmenso abrazo, amigo 🙂
O también, puede ser, digo yo, aquello a lo que nos agarramos para seguir en pie y con la cabeza bien alta cada día…
Dice una canción:
«rabia es querer romper el tedio que te mima
y que duerme los impulsos de tu corazón.»
Es una opinión… o no.
Pues sí, es una opinión :). Como decía al principio del escrito, la ira, que es una de las emociones más básicas que tenemos, tiene su funcionalidad. La cuestión es cuando hacemos un uso prolongado de la misma y ésta empieza a hacer mella en nosotros de una manera que está muy lejos de su misión primordial. Es natural enfadarse y expresar el enfado, de forma que los demás puedan saber en qué o de qué forma nos sentimos transgredidos o agredidos. Lo que ya no nos beneficia tanto es tragarnos esa rabia y acumularla y que se convierta en parte de nuestro sentir cotidiano porque eso, te va destrozando poco a poco por dentro, incluso, con el paso del tiempo y si la seguimos cultivando, se transformará en una especie de odio. Por eso considero de gran importancia aprender a liberar y canalizar las emociones; a gestionarlas. Un inmenso abrazo, compañero y amigo 🙂
Me encanta Pink Floyd… (por la foto digo)
También a mi 🙂
cuando descubres que si hubieses tenido apoyo,hace tiempo,podrías se ahora alguien en desarrollo y aplicacion de tus dondes y tus talentos, cuando te das cuenta que vives en un ambiente dañino,que creias inofensivo, que te estanca, cuando sientes que no puedes mas, como liberarte…soy libre, pero hay quien intenta esclavizar todavia…lo mejor es partir, sin miedo, con fuego.
Bienvenido/a y muchas gracias por compartir tu sentir. Lo maravilloso es darnos cuenta de que nadie puede ya esclavizarnos si nosotros no lo permitimos. La consciencia trae libertad para saber que tenemos el derecho de crear nuestra propia historia y caminar en la dirección que queramos. Darnos cuenta de que como adultos amorosos, somos ya responsables de nuestras propias vidas, nos hace libres, capaces de perdonar y seguir por donde nosotros elijamos.
Un profundo abrazo de corazón a corazón,
Raquel
Hola Raquel,
Me encanto éste artículo, me identifique mucho con el. Es ahora que reconozco y descubro que tengo mucha ira reprimida y contenida en mi interior. Está energía toxica en mi, me hacia vivir a la defensiva, al contra-ataque y expectante ante cualquier cosa que pudiera sucederme.
Muchas veces me pregunte por que atraía personas, lugares o situaciones donde resultaba agredido, desafiado o amenazado, cuando yo precisamente anhelaba paz y tranquilidad. Ahora creo que mi ira contenida y mis temores, ambos, atraen éstas circunstancias que disparan o alimentan mi propia negatividad interior no reconocida ni sanada.
A su vez, siento como un autocastigo o culpa, es decir rabia hacia mi mismo, por no haberme defendido, protegido o haberme hecho respetar debidamente, por eventos vividos desde mi infancia. Creo que esto también actúa como un «imán» que atrae situaciones o personas conflictivas hacia mi.
Raquel, primera vez, de verdad por primera vez, tomo conciencia de todo lo anterior y la lectura de ése artículo me ha abierto mis ojos.
No es suficiente con meditar, orar, ayunar, servir al prójimo, etc., si no encaro y supero todas estas emociones y sentimientos contenidos en mi interior. Ahora, precisamente ahora lo entiendo y lo comprendo.
Mil gracias Raquel..!
Quisiera compartir muchas cosas de mi búsqueda interior con uds. Mi e-mail es mirefugiomm@hotmail.com
Saludos,
Mariano
Hola Mariano:
En primer lugar quiero agradecerte de corazón la confianza depositada al haber expresado tu sentir en este espacio. Te felicito enormemente por la toma de conciencia que has tenido, porque yo siento que el «darse cuenta» es lo que nos pone en el camino para poder aceptar, integrar y trascender y me siento llena de alegría por el hecho de que este blog haya contribuido a ello :).
Estoy segura de que el trabajo de autoobservación a través de la meditación, el servicio al prójimo, etc. te han traído de alguna forma hasta aquí donde finalmente has tenido ese chispazo de consciencia. Sin duda, con tu conexión contigo mismo has ido construyendo las vías para que ocurriese 🙂 y es que nada es casual y cuando pedimos al Universo y nos ponemos a ello, las respuestas acaban llegando.
Ahora toca trabajar para aceptar y liberar esa rabia y caminar hacia el perdón…una tarea difícil pero bella al mismo tiempo :).
Ya tienes mi correo por si quisieras compartir algo más. Mi página en facebook se llama Food for Soul (tienes un enlace en la portada de este blog) y tengo también un grupo cerrado en facebook con el mismo nombre donde si quieres puedes compartir y leer también los avances y aprendizajes de otras personas.
Un inmenso abrazo, BIENVENIDO Y GRACIAS 🙂
Excelentes espacios para utoeducarse, me encantaria elrecibir estrategias par asi poder ayudar a mucha jente
Gracias
Muchas gracias, Mariana! Bienvenida!!! Me alegra que te aporte el blog 🙂
Un inmenso abrazo,
Raquel
Hola leyendo el blog que me parece muy interesante desde el punto de vista que compartir emociones de manera escrita también muy liberador de ese sentimiento llamado ira o rabia , por que lo cierto es aveces las tensiones diarias ,y los problemas del pasado no resueltos suelen causar angustia miedo y rabia optar por la escritura es una forma de trabajar esa represión del sentimiento yo por mi parte casi siempre que termino una relación de pareja siento rabia ;trato de trabajarlo para q no no me siga haciendo daño pero sip aveces querría salir gritar como loca a la calle jaj en serio..
gracias muy lindo este blog
Hola Clarisa: En primer lugar darte la bienvenida al blog y agradecerte que compartas tu experiencia aquí. Como comentas, es natural sentir rabia. Forma parte del paquete de emociones básicas que traemos de serie. Lo importante es no quedarse atascado en ella mucho tiempo y no enterrarla o negarla, ya que esto sólo haría que en algún punto del camino saliese con más fuerza o en forma de síntoma, etc. La escritura es una buena forma de liberar, pero si a veces tienes ganas de gritarrr como loca, ¿por qué no hacerlo? 🙂 También puede ser sanador. Puedes hacerlo mientras te duchas o en el coche con las ventanillas cerradas e incluso con la música puesta. Es altamente liberador cuando estamos en esas circunstancias.
Bienvenida y un abrazo de corazón a corazón,
Raquel
hola Raquel, es verdad esto yo vivo haciéndome mala sangre por una hermana q me tira toda su mala onda y yo la absorbo enseguida me cuesta ignorarla, la quiero porque es mi hermana pero me duele su actitud con migo mas ahora en mi estado, tengo 39 semanas de embarazo y me afecta ya que se que todo lo que sienta ya lo siente mi beba también, y lo peor q estos últimos 3 días e estado con mis ánimos por el piso… saludos
Hola Yohana Patricia. En primer lugar darte la bienvenida a este espacio y agradecerte tu comentario compartiendo aquí tu sentir. Es importante encontrar fórmulas para liberar, soltar y expresar la rabia que sentimos, especialmente cuando ésta empieza a ser demasiado permanente y notamos que hace mella en nosotros. En el escrito que has leído se describen someramente algunas, pero hay más. Es importante también tratar de comunicarnos con el otro de una manera asertiva, porque desde el ataque y la defensa no es posible una buena comunicación. Por otro lado, ya que estás embarazada, te invito a que conectes con la dulzura de la maternidad; a que te conectes con ese bello ser que llevas dentro y sientas el júbilo y el inmenso amor que trae asociado. Eso seguro te hará sentir más en paz.
Un inmenso abrazo,
Raquel
No se exactamente porqué te escribo,no tengo una razón particular, solo siento el impulso de hacerlo. Me gustaría conocerte Raquel, comparto mucho con tus ideas, y me encantaría compartir contigo.
Un abrazo
Mauro
Hola Mauro:
He visto que hemos conectado por facebook, así que bienvenido!
Raquel García García