Sólo cuando te amas a ti mismo/a puedes hacerte responsable de tu propia vida, sentir que no vas a la deriva, que lo que hay en tu vida en este momento pasa porque así lo has provocado tú; te otorga poder y, con ello, sientes que es posible cambiarlo, que no eres la víctima de nadie, que eres creador/a. Me amo a mi misma y por ello me responsabilizo de mi vida.
Porque me quiero, cuido mi libertad y no dejo que nada ni nadie me encierre en modo alguno. Soy libre para decidir, para hacer, para vivir del modo en que yo elija hacerlo.
Porque me respeto, cuido de mi cuerpo que es mi templo, de mi mente y de mi espíritu y a todas mis partes proporciono elementos que los nutren y los miman.
Porque me amo me proporciono experiencias agradables y alejo todo lo negativo de mí. Me rodeo de personas que me aportan cosas positivas y aprendo de las tóxicas aquellas lecciones sobre mi misma que de ellas debo aprender. Me siento tranquila porque sé que nada es casual y que todas las personas que aparecen en mi camino tienen algo que enseñarme sobre mí. Todo es siempre como debe ser.
Porque me apruebo cuido a mi niña interior y le doy todo lo necesario para que se sienta escuchada, bien y en paz.
Porque me quiero sé que soy merecedora de todo el amor y la felicidad.
Porque me amo sé que no necesito nada más que a mí misma.
Me amo a mi misma y por tanto, me dispongo a vivir intensamente cada momento presente.
Raquel García García