Es en la quietud y el silencio donde mejor puedes oírte a ti mismo. Sólo atendiendo a tu cuerpo y a tus emociones, haciéndote consciente de tus patrones pero sin emitir juicios podrás hacerte consciente de tu SER.
A veces necesitamos el ruido y la gente alrededor para no sentirnos solos; nos aterra el silencio pero ¿acaso en muchas ocasiones aun estando rodeados de otros no nos seguimos sintiendo igual de desamparados? ¿Quién no ha experimentado nunca esta sensación? Esto ocurre porque no estamos presentes; falta la presencia de nuestro ser.
Agradece el silencio porque te regala los mejores momentos para encontrarte a ti mismo. Descubre en la soledad una oportunidad para estar contigo mismo. Siente la quietud, siente como cada célula de tu cuerpo vibra y te sentirás vivo; estarás presente, serás libre.