«Duda y aprenderás». La duda es la maleta más valiosa del equipaje de los genios y la que más falta en el de los fanáticos». Edmond H. Fischer.
Mientras creas que te quedan cosas por aprender seguirás avanzando en tu camino, porque te estarás abriendo a esos nuevos descubrimientos que conllevan ese aprendizaje. Desde hace mucho, se nos enseña a acumular intelecto, creencias, ideas, teorías, principios e incluso valores morales que nos vienen dados (yo diría que en muchas ocasiones la palabra a utilizar sería más bien «impuestos») ya sea por el sistema educativo o por nuestro entorno familiar y se nos educa también para no ponerlos a prueba. Deberíamos plantearnos que quizás esos conocimientos se hayan refrescado (desde siempre se han hecho descubrimientos científicos que luego han sido rebatidos por otras teorías), o que puede que las ideas o valores que tenían nuestros mayores no sean aplicables a cómo nosotros queremos ser o al modo de vida que elegiríamos de no estar influenciados o incluso al ritmo de vida actual. Cada uno ha de escoger sus propias ideas y plantearse si son válidas para si mismo. ¿Con qué ideas me hago el mayor bien a mi y en la medida de lo posible a los que me rodean y al mundo en el que vivo? ¿provienen esas ideas del amor y creo en ellas o por el contrario son cosas que me enseñaron desde pequeña y que yo no me he atrevido a cuestionar porque era «lo que había que hacer»? ¿busco el conocimiento dentro de mi interior o sólo en el exterior? ¿me nutro de aquel intelecto que me ayuda en mi autodescubrimiento y en mi desarrollo personal o sólo acumulo conocimiento? De la duda surge la inquietud y de ésta el descubrimiento y de éste, el aprendizaje. El saber no ocupa lugar, yo misma soy una persona muy inquieta y me gusta aprender de todo, pero creo que es importante establecer prioridades y no ir a la deriva. Opino que también es fundamental que comprendamos que la sabiduría está en nuestro interior y que enfoquemos lo que podemos coger del exterior para ayudar a nuestro crecimiento interno. Yo elijo qué quiero aprender y cuándo y cómo usarlo y escojo también los valores y principios con los que quiero regir mi vida y elijo que todos provengan del amor y el respeto a mi misma y a todos y todo lo que me rodea porque todos somos partes del mismo todo.
El aprendizaje más funcional proviene siempre se la propia experiencia.
Raquel García García.