Las palabras no se las lleva el viento

palabras-que-duelenBuenos días a todos:

Lo primero, me gustaría comentaros que, por motivos personales, he estado menos volcada en este blog de lo que solía estarlo hace algún tiempo; muchos cambios en mi vida, situaciones nuevas, etc. pero trataré de mantenerlo más al día porque este rincón es también un lugar de reflexión y expresión para mí y es algo que también me encauza de alguna manera.

Dicho esto, hoy me gustaría compartir con vosotros una reflexión personal…¿sabéis ese refrán que dice «las palabras se las lleva el viento»? Bueno, si con esto nos referimos a que lo que se dice ha de ser acompañado de lo que se hace, estoy de acuerdo pero en términos generales...no, las palabras…no se las lleva el viento. No voy a hablar aquí de maltrato verbal o abuso psicológico, que ése sería otro tema, sino de cómo nos comportamos habitualmente con los demás en nuestro día a día. Lo que le decimos a alguien no siempre cae en saco roto. A veces lo que expresamos verbalmente puede hacer daño y mella en la otra persona. Si hablamos de adultos, es cierto que no somos responsables de lo que puedan sentir otros. No quiero decir que tengamos que dejar de hablar o no dar nuestra opinión sobre algún tema por miedo a hacer sentir mal a otros o a lo que esas personas puedan pensar, pero hay una diferencia grande entre eso y no tener consideración, empatía o respeto. Algunas personas confunden la sinceridad o, más bien, se escudan en ella para soltar lo primero que se les viene a la cabeza sin tener en cuenta en absoluto si está pudiendo dañar o faltar al prójimo de alguna manera y no, amigos, la sinceridad no es eso. Opino que hay muchas maneras de decir las cosas y que si lo que vas a decir no suma de alguna manera y no está dicho con respeto y desde una intención constructiva en lugar de destructiva, es mejor guardar silencio.

Me viene a la cabeza eso de «no hagas al prójimo lo que no te gustaría que te hiciesen a ti mismo». Todos podemos equivocarnos; somos humanos, pero es importante ser conscientes de que las palabras también dejan grietas en el corazón y esto cobra especial relevancia cuando hablamos de niños o personas en edades muy jóvenes, ya que a estas edades se es muy vulnerable a los mensajes a los que estamos expuestos. Un joven puede llegar a adulto pensando que no sirve, que es inútil o no llegará a nada en la vida por ciertos mensajes que recibió cuando era niño. También soy profesora y siento que el camino es motivar, no machacar destacando lo negativo.

Nos ahorraríamos muchos problemas si tuviésemos esto en cuenta…piénsalo…¿qué nos cuesta ser amables? Siempre es positivo pararse a reflexionar sobre la actitud que tenemos este sentido y, si ves que de alguna forma hablas de forma despectiva o avasalladora al prójimo, te invito a que te hagas las siguientes preguntas….¿me gustaría que me dijesen eso a mí?; ¿por qué lo hago?; ¿con quién estoy enfadado?; ¿qué es lo que me duele?

Todos nos enfadamos con el mundo de vez en cuando, pero descargar nuestra rabia y frustración con el resto por sistema, no es una solución. La respuesta siempre está en uno mismo.

Raquel García García.

Acerca de Raquel García

Raquel García García Terapeuta Transpersonal. Experta en Crecimiento Personal y Autoestima. Meditación, mindfulness, danza consciente. Tel. 639 318 014 Mail: raquel@garciagarcia.eu
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