«Las personas con alta autoestima no se sienten superiores a los demás; no buscan probar su valor comparándose con los demás. Disfrutan siendo quienes son, no siendo mejor que los demás». Nathaniel Branden
Solemos confundir competitividad, prepotencia, narcisismo, etc. con alta autoestima y es todo lo contrario. Las personas que necesitan sentirse mejores que otras, lo hacen precisamente porque necesitan demostrarse a sí mismos y a otros su valía y la única forma que encuentran es intentando estar por encima. Una persona segura de sí misma; una persona que se sienta merecedora por encima de las circunstancias y de sus logros personales, no necesita demostrarse o demostrar nada, porque se considera valiosa tal cual es; sólo porque ya lo implica el mero hecho de ser y existir. Por eso es importante comprender que cuando alguien se comporta de esta manera, aunque parezca derrochar seguridad, confianza y fortaleza, en realidad se siente rota por dentro, insegura y vulnerable y con una desmesurada necesidad de aprobación en algún sentido que nunca termina de estar satisfecha. Una vez alcanzado ese logro, se buscará otro y así sucesivamente porque lo contrario provocaría frustración y sufrimiento y haría más evidente el gran vacío que provoca la falta de amor incondicional por uno mismo.
Competir constantemente por ser mejores o estar por encima de otros, lejos de lo que a veces podamos pensar, no nos aportará paz ni equilibrio, porque sólo el amor por uno mismo y la tranquilidad de la autoaceptación, puede aportarnos tal cosa.
Raquel García García