Guerrera que un día te viste subyugada;
un día a algunos les dio por amarrar tus alas,
imponiéndote cómo tenías que ser,
cómo y qué tenías que sentir;
impidiéndote volar.
Tú eres mucho más que tu capacidad de procreación,
tu imagen externa y una expresión de la complacencia masculina;
eres mucho más que un alma a la deriva dependiente de otros que dirigen tu presente y tu destino.
Tú eres AMOR; eres luz; eres vida; eres sensibilidad; eres fuerza; eres inteligencia;
tú eres todo aquello que te propongas ser.
Por eso un día, cansada, tu luz se encendió y te levantaste;
decidiste que nadie ni nada podría nunca someterte a su voluntad.
Gracias a tu fuerza interior ahora despliegas tus alas y vuelas en libertad.
Mujer, tú decides tu rumbo.
Raquel García García